La excelencia es una búsqueda continua. Cada miembro del grupo presta, de forma individual, atención especial a cada detalle, buscando constantemente la perfección. Dentro del grupo, no es posible comprometer la calidad. De hecho, este requisito se extiende, incluso, más allá de los productos, a través de los objetivos de mejora continua: nunca estar satisfechos, buscar nuevas ideas y desarrollar, continuamente, nuestras habilidades.